El gobierno argentino iniciará en un mes un monitoreo de la presunta polución que pudiera producir la planta de celulosa Botnia que funciona en Uruguay, en la ribera de un río fronterizo y por la que ambos países están enfrascados en un litigio sin precedentes.
Este monitoreo es unilateral y una herramienta que permite persistir en el reclamo argentino de relocalización de la planta.
Las tareas, bajo la coordinación de la Secretaría de Medio Ambiente, serán asistidas por especialistas de universidades estatales argentinas, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el Servicio Meterológico Nacional.
Con un presupuesto inicial de 5 millones de pesos (1,5 millones de dólares) el plan contará con todos los fondos que sean necesarios para ser ejecutado, porque es la herramienta para fortalecer la posición argentina en el litigio internacional con Uruguay, que sigue su curso en la Corte Internacional de La Haya.
Fuente: La Nación