Ingenieros de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, desarrollaron unos nuevos sensores capaces de recolectar datos de áreas agrícolas y transmitirlos a una central de procesamiento que podrá accionar, automáticamente, sistemas de irrigación y fertilización.
Los primeros sensores desarrollados por el equipo capturan y transmiten datos sobre la humedad del suelo, pero el proyecto prevé que el sistema colecte también informaciones como temperatura y contenido de micronutrientes.
El aparato tiene 5 centímetros de ancho por 10 de largo. El objetivo es construir sensores pequeños lo suficiente para que puedan enterrarse en el suelo y que transmitan sus datos sin necesidad de antenas externas. De esta forma, la operación no perjudica el trabajo normal de la plantación, incluso el tránsito de máquinas.