Un terremoto de magnitud 7.0 sacudió la capital haitiana de Puerto Príncipe el pasado 12 de Enero, dejando un gran número de víctimas y grandes daños materiales. Al terremoto le siguieron varias réplicas que alcanzaron una magnitud de 5.0.
Un terremoto de tal intensidad puede hacer que los mapas dejen de estar actualizados en cuestión de segundos, haciendo todavía más difícil la labor de los equipos de rescate. Las imágenes obtenidas con los satélites de observación de la Tierra pueden facilitar las labores de rescate proporcionando vistas actualizadas de cómo han sido afectadas las infraestructuras y el terreno.
Tras el suceso, las autoridades francesas de Protección Civil, la Seguridad Ciudadana de Canadá, el Programa Americano de Amenazas Sísmicas de la USGS y la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití solicitaron datos obtenidos por satélite de la región a la Carta Internacional sobre el ‘Espacio y las Grandes Catástrofes’. Esta iniciativa, conocida como ‘La Carta’, tiene como objetivo proporcionar de forma gratuita la información generada por los satélites a los afectados por las catástrofes naturales en cualquier lugar del mundo.
Para poder atender a las necesidades de los equipos de rescate en Haití, se necesitan imágenes de muy alta resolución de los sensores ópticos y radar embarcados en los satélites. A través de la Carta, la comunidad espacial internacional está tomando imágenes con sus satélites con la mayor frecuencia posible. Actualmente, los datos están siendo recogidos por varios satélites, entre los que se incluyen Alos de Japón, Spot-5 de la Agencia Espacial Francesa (CNES), los satélites estadounidenses WorldView y QuickBird, el canadiense RadarSat-2 y los satélites de la ESA Envisat y ERS-2.
Las imágenes obtenidas por los satélites justo después del terremoto se utilizan para generar mapas de emergencias, que proporcionan a los servicios de rescate una visión global del estado de la zona. Estos mapas pueden ser comparados con imágenes de archivo para identificar las zonas que han resultado más dañadas por el desastre.
La comparación de mapas de antes y después del evento permite distinguir rápidamente las zonas más afectadas e identificar posibles rutas de acceso para los equipos de rescate y de ayuda humanitaria. Por otra parte, esta información permite identificar las zonas más propicias para la instalación de los campamentos de ayuda para proporcionar atención médica y refugio a los afectados.
Los satélites Radar son capaces de observar a través de las nubes, lo que supone una gran ventaja cuando las condiciones meteorológicas impiden el uso de los instrumentos ópticos embarcados en los satélites. Las imágenes radar también pueden ser utilizadas para identificar riesgos potenciales, como corrimientos de tierras, que pueden ser desencadenados por los terremotos. A largo plazo, la información obtenida con estos satélites puede ser procesada para trazar mapas de la deformación de la superficie causada por el terremoto, lo que permitirá a los científicos comprender mejor los fenómenos sísmicos.
El proyecto Safer para la Monitorización Global del Medio Ambiente y de la Seguridad está colaborando con la Carta proporcionando ayuda especializada para generar mapas de los daños en la zona afectada. Sertit en Estrasburgo y el centro del DLR para la Información de Crisis con datos obtenidos por satélites (ZKI), en Munich, están trabajando actualmente en este proyecto.
En el mismo contexto que Safer, otras organizaciones entre las que se incluye la Oficina Federal Alemana de Protección Civil y Ayuda en caso de Desastre y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas también han solicitado servicios de cartografía de los daños. Gracias a la colaboración entre la Carta y Safer, Sertit publicó los primeros mapas, basados en los datos obtenidos por los satélites el 13 de Enero, en menos de 24 horas. Estos mapas rápidos de situación ayudan a localizar las zonas afectadas con material cartográfico actualizado.
Junto a la ESA y al CNES, la Carta, fundada en el año 2000, cuenta actualmente con 10 miembros: la Agencia Espacial Canadiense (CSA), la Organización India para la Investigación del Espacio (Isro), la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (Noaa), la Agencia Espacial Argentina (Conae), la Agencia Japonesa para la Exploración Aeroespacial (Jaxa), El Centro Espacial Nacional Británico/Constelación para la Monitorización de Desastres (BNSC/DMC), la Inspección Geológica de los Estados Unidos (USGS) y la Administración Nacional del Espacio China (CNSA).
A través del mecanismo definido por la Carta, todas estas agencias se han comprometido a proporcionar acceso libre y gratuito a sus recursos espaciales para apoyar la labor de ayuda humanitaria tras una gran catástrofe natural.
La Carta también colabora con otras iniciativas de las Naciones Unidas para la confección de mapas de daños utilizando datos obtenidos por los satélites, tales como el equipo Unitar/Unosat que recibe ayuda del gobierno de los Estados Unidos para analizar imágenes satélite que serán proporcionadas a las autoridades haitianas, otras agencias de las Naciones Unidas y ONGs.
Fuente: ESA