El pasado martes se cumplió un año desde el lanzamiento del satélite SMOS de la ESA, diseñado para comprender mejor el ciclo del agua en nuestro planeta. Un año después, no sólo se ha avanzado significativamente en el conocimiento de la Tierra, sino que la tecnología a bordo de SMOS nos descubre una nueva forma de monitorizarla desde el espacio.
El ‘Explorador’ de la Humedad del Suelo y de la Salinidad de los Océanos (SMOS, en su acrónimo inglés) fue lanzado al espacio en la madrugada del 2 de Noviembre de 2009 desde el Cosmódromo de Plesetsk al norte de Rusia.
Los siguientes seis meses se emplearon en poner a punto la misión. Durante esta fase se calibró el instrumento de SMOS para asegurar que la comunidad científica recibiría los mejores datos sobre la humedad del suelo y la salinidad de los océanos. Con todos sus subsistemas ajustados y funcionando según lo previsto, la misión entró oficialmente en la fase de operaciones a finales del pasado mes de Mayo.
A pesar de ciertos problemas de interferencias con transmisiones de radar, televisión y radio, que están siendo suprimidas poco a poco, la misión ya está generando una gran cantidad de valiosos datos sobre la humedad del suelo y la salinidad de los océanos.
Refiriéndose a los datos sobre la humedad del suelo, Yann Kerr, del Centro de Estudios Espaciales de la Biosfera, comentó que “SMOS está cumpliendo con creces todas nuestras expectativas, desde la monitorización continua de sequías e inundaciones hasta la evaluación de las condiciones del terreno que pueden desencadenar plagas como la langosta. A medida que se disponga de nuevos datos, se abrirá el camino a nuevos campos de investigación, que permitirán realizar importantes avances científicos”.
Jordi Font, del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (ICM-CSIC), confiesa que “han sido doce meses muy emocionantes. Ahora nuestra labor consistirá en mejorar los modelos y los procesos de análisis de los datos obtenidos por el instrumento de SMOS para obtener resultados más precisos sobre la salinidad en la superficie de los océanos”.
“Sin embargo, estoy convencido de que SMOS marcará un antes y un después en la historia del estudio de los océanos mediante técnicas de teledetección”.
Todavía hay que refinar el proceso de análisis de los datos sobre la salinidad en la superficie de los océanos para alcanzar el nivel de precisión para el que fue diseñado SMOS, aunque los resultados preliminares ya han permitido realizar un primer mapa global de ambas variables.
Nicolas Reul del instituto francés IFREMER comenta que “un año después de su lanzamiento los datos sobre la salinidad de los océanos son muy prometedores. De todas formas, todavía hay que trabajar en el filtrado y en el análisis de las señales para poder alcanzar el objetivo de detección de 0.1-0.2 unidades prácticas de salinidad (psu)”.
SMOS está equipado con un innovador radiómetro interferométrico que opera en la banda-L de las microondas para obtener imágenes de la ‘temperatura de brillo’ de la superficie terrestre, a partir de las que se pueden obtener mapas globales de la humedad del suelo y de la salinidad de los océanos.
Al monitorizar de forma continua estas dos variables, SMOS nos permitirá comprender mejor los fenómenos de intercambio de agua entre la superficie de la Tierra y la atmósfera, pero sus datos también encontrarán una aplicación directa en los modelos climáticos y en las predicciones meteorológicas.
Patricia de Rosnay, del Centro Europeo de Predicciones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF), comentó que “hasta la fecha, SMOS ha proporcionado una gran cantidad de datos e información sobre la superficie de la tierra y de los océanos. Integrar estas observaciones en el Sistema Integrado de Predicción del ECMWF ha sido todo un desafío, pero gracias a ellas podremos comprender mejor los procesos de intercambio en la superficie de la Tierra, lo que resultará en predicciones meteorológicas más precisas”.
Los científicos y los ingenieros de SMOS celebran ahora doce meses de éxitos, seguros de que en los próximos meses serán testigos de los nuevos logros de esta innovadora misión. ¡Feliz cumpleaños SMOS!
Fuente: ESA
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