A partir de febrero la Secretaría Estatal de Administración Penitenciaria de Río de Janeiro implantará el sistema electrónico para el monitoreo de los reclusos, el cual permitirá localizar y monitorear inicialmente a 300 reclusos en régimen abierto y semiabierto.
El monitoreo a distancia se hará por medio de un modelo electrónico compuesto por dos piezas, una tobillera a prueba de agua, cuya batería tendrá una durabilidad de hasta 36 meses, y una unidad de comunicación. El recluso deberá tener ambas piezas, las cuales no podrán separarse, una de la otra, más de seis metros de distancia.
La unidad de comunicación está compuesta por un modem y un GPS con chip, los cuales le darán a conocer a la central de monitoreo los lugares y las informaciones necesarias de quién los está usando.
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