La calidad de la salud y de la educación básica en Brasil registró una sensible mejora en las dos últimas décadas. Esa evolución se reflejó en el Índice de Desarrollo Humano Municipal (IDHM), que aumentó de 0,493 a 0,727 entre 1991 y 2010, alcanzando un nivel considerado alto en la evaluación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), en un estudio divulgado en julio de 2013. La evolución del IDHM no fue mayor porque los índices de la calidad de la educación, aunque hayan aumentado, aún son extremadamente bajos.
Los indicadores que obtuvo el Centro de Estudios de la Metrópolis (CEM) en diez años de investigación, revelaron que mientras que la mejora en la calidad en la atención de la salud fueron más o menos uniformes en los municipios brasileños, en la educación las disparidades son grandes.
“La desigualdad en la salud básica es menor que la desigualdad en la educación básica”, constata Marta Arretche, coordinadora del CEM, uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPIDs) que la Fapesp apoya.
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