La tecnología está proyectada para monitorear posibles temblores de tierra y focos de deslizamientos que pueden ser provocados por el exceso de lluvia. Otros equipos, como el pluviómetro y el anemómetro, alertan cuanto el volumen de la lluvia aumenta, verifican el nivel de los reservatorios de agua y miden la velocidad de los vientos, principalmente accionando alarmas para ayudar a los organismos de Defensa Civil y a las compañías de agua y abastecimiento
Brasil recibe tecnología japonesa para la previsión de desastres
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