En el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la actividad topográfica se orienta al mantenimiento y densificación de la Red Geodésica Nacional, la cual proporciona el marco geodésico para que el topógrafo obtenga posiciones, distancias y elevaciones de la ubicación de rasgos naturales y culturales que se representan en cartografía analógica o digital y que son auxiliares en la georreferencia de fenómenos económicos, sociales, demográficos, y medioambientales.
En 1998 la Federación de Colegios de Ingenieros Topógrafos de Los Estados Unidos Mexicanos, A.C. (FECITEUM), acordó celebrar el Día Nacional del Ingeniero Topógrafo los días 21 de febrero de cada año.
La Topografía (del griego τόπος, “lugar”, y «-grafía», “descripción”) es la ciencia, el arte y la tecnología de encontrar o determinar las posiciones relativas de puntos situados por encima de la superficie de la Tierra, sobre dicha superficie y debajo de ella. Sin embargo, en un sentido más general, la Topografía se puede considerar como la disciplina que comprende todos los métodos para medir, procesar y difundir la información acerca de la Tierra y nuestro medio ambiente. (Wolf / Brinker, 1984).
La Federación Internacional de Geómetras (FIG), en la reunión ACCO durante la 2ª Conferencia Regional en Marruecos, en diciembre del 2003, acordó la siguiente definición para identificar internacionalmente al profesionista topógrafo.
Un topógrafo es un profesional con la titulación académica y la experiencia técnica para llevar a cabo una o más de las siguientes actividades:
• Determinar, medir y representar a la Tierra, los objetos tridimensionales, puntos y trayectorias sobre el terreno;
• Armar e interpretar la Tierra y la información geográfica relacionada;
• Utilizar esa información para la planificación y la administración eficiente de la tierra, el mar y cualquier estructura sobre la misma; y
• Llevar a cabo la investigación sobre las prácticas anteriores.
Aplicación de la Topografía en el Inegi
Desde el inicio de la Geografía, los topógrafos han tenido participación en cada una de las actividades que permiten representar la superficie terrestre por medio de planos con su referencia planimétrica y altimétrica, con diversos instrumentos que la ciencia y el desarrollo tecnológico han puesto al alcance del Hombre en la materia.
En la década de los 60 se inician formal e institucionalmente los trabajos cartográficos para la representación de la superficie que comprende la República Mexicana.
El topógrafo con el apoyo de los integrantes de su brigada, utilizando equipos de medición tales como teodolitos, distanciómetros y equialtímetros, así como diversos accesorios y herramientas, ha logrado desarrollar proyectos que permiten la ubicación de centros de población, puertos marinos, vías de comunicación, entre otros rasgos físicos y culturales, para integrarlos a la generación y mantenimiento de la cartografía nacional. Al inicio de la actividad se utilizaban instrumentos especializados para realizar cálculos muy complejos, así como efectuar observaciones astronómicas para obtener la orientación de algunas líneas que se tomaban como base para los trabajos de planimetría, en especial para las triangulaciones, trilateraciones y poligonales.
Enseñanza de la Topografía en México
En los inicios de la actividad geográfica se contaba con un número muy limitado de ingenieros topógrafos, que en su mayoría eran topógrafos prácticos o ingenieros civiles, los cuales tenían mínimos conocimientos del instrumental y con el apoyo de los topógrafos de profesión se realizaban los trabajos de gabinete, de diseño, planeación, cálculos y planos que se requerían en cada uno de los trabajos encomendados.
En la actualidad, los estudios profesionales de Topografía siguen contando con un limitado número de instituciones académicas (ver tabla 1) que cuentan con un programa reconocido por la Secretaría de Educación Pública.