Una investigación conducida por científicos en Brasil y en el Reino Unido, cuantificó el impacto causado en la Selva Amazónica por el corte selectivo de árboles, destrucción parcial por fuego y fragmentación causada por el ganado cuando pasta y por plantíos.
En conjunto, estos factores pueden estar sustrayendo de la selva aproximadamente 54 millones de toneladas de carbono por año, lanzados a la atmósfera en forma de gases de efecto invernadero. Esta pérdida de carbono corresponde al 40% de la causada por la deforestación total.
Las imágenes de satélite, comparadas a cada dos años, les permiten a los investigadores construir un gran panel de la degradación de la selva a lo largo de la línea del tiempo, en una escala de 20 años.
En la investigación de campo se evaluaron las cicatrices del fuego, de la explotación maderera y de otras agresiones. La combinación de las dos investigaciones resultó en la estimativa del stock de carbono que se hay hoy.
El artículo se puede leer en: A large-scale field assessment of carbon stocks in human-modified tropical forests.
Fuente: Fapesp