Pequín transfirió a la cartografía su conflicto con el Sudeste Asiático por la soberanía de centenas de islas en el Mar de China Meridional, con un mapa oficial que, por primera vez, incluye toda el agua en el conflicto, lo que “estira” las cartas nacionales en miles de kilómetros al sur.
El mapa, presentado al público la semana pasada por la Editaría Cartográfica de Hunan, cambia radicalmente el aspecto que los mapas nacionales de China tienen, ya que por primera vez es vertical y no horizontal, como todos los mapas que se cuelgan en las clases de las escuelas, bibliotecas y oficinas del país.
Eso se debe al hecho de que por primera vez aparecen en la misma escala de la gran masa continental china, archipiélagos como las Islas Spratly y las Islas Paracel (que China disputa con Vietnam, Filipinas, Indonesia, Malasia, Brunei y Taiwán, y que intenta reivindicar) construyendo en ellas ciudades, pistas de aterrizaje o instalaciones turísticas.
El mapa es un poco singular ya que muchas de esas islas son tan pequeñas que mal son visibles en la nueva representación geográfica y el aspecto final es el de un plano en el cual China está un poco descentralizada en la parte superior.
El uso de los mapas, en los muchos conflictos chinos con sus países vecinos, es frecuente en el régimen comunista que acostumbra mostrar, en sus exposiciones o reuniones políticas, cartas elaboradas por sus navegantes en los siglos pasados con la intención de defender sus reivindicaciones.