IGAC, abril 20/2014 – Colombia es un país privilegiado en materia de páramos a nivel mundial. Las cerca de 2,9 millones de hectáreas de estos ecosistemas que alberga el territorio tricolor representan el 49 por ciento de todos los páramos del planeta Tierra, lo que lo convierte en la nación con mayor número de hectáreas conformadas por frailejones, musgos, líquenes y reservas de agua.
A pesar de este “pro” ambiental, para nadie es un secreto que los páramos colombianos han sido invadidos históricamente por la explotación minera, cultivos de papa, cebolla y arveja, así como la presencia de ganado descontrolado, factores que han causado un alarmante deterioro, en algunos casos irreparable.
Para blindar a los páramos de la depredación del hombre, en 2013 el Instituto Geográfico Agustín Codazzi y el Instituto Alexander von Humboldt firmaron un convenio para estudiar en detalle los suelos de 1,2 millones de hectáreas conformadas por esos ecosistemas (y 2,6 millones de hectáreas de humedales), insumo que le permitirá al Ministerio de Ambiente realizar su delimitación de la mano con las Corporaciones Autónomas Regionales.
Según el IGAC, los resultados finales de este estudio a escala semidetallada 1:25.000 le serán entregados al Humboldt en el segundo semestre de este año, fecha en la que se conocerá el estado actual de los suelos de estos ecosistemas estratégicos, sus cambio de uso, las zonas más críticas y las que aún se han salvado de ser colonizadas por las actividades antrópicas.
Así lo manifestó el Subdirector Nacional de Agrología del IGAC, Germán Darío Álvarez, en la una audiencia pública realizada en la ciudad de Manizales sobre el proyecto de ley que cursa en el Congreso de la República, y cuyo objeto es proteger los páramos de Colombia, en donde además del IGAC participaron varios miembros de la Cámara de Representantes, MinAmbiente, el Instituto Humboldt, Corpocaldas, Parques Nacionales, organizaciones ambientales y comunidad.
“Ya visitamos las 1,2 millones de hectáreas de páramos en cerca de 250 municipios del territorio nacional. Cuando terminemos de analizar los datos obtenidos en las visitas de campo y plasmemos el resultado en la cartografía oficial del país, le haremos la entrega de este estudio al Instituto Alexander von Humboldt para que pueda tomar las medidas técnicas necesarias para su protección, como sucedió en diciembre de 2014 cuando el Ministerio de Ambiente anunció la delimitación del páramo de Santurbán, ubicado entre los departamentos de Santander y Norte de Santander”, apuntó Álvarez.
Colombia no sabe utilizar sus suelos
Por su parte, el director general del IGAC, Juan Antonio Nieto Escalante, informó que el estudio de conflictos de uso del suelo elaborado por la entidad también evidencia la afectación de este recurso natural, el cual catalogó como “un testigo silencioso”, ya que pocos hablan de él pero alberga información importante para poder ordenar el territorio.
“Según este estudio, 22 millones de hectáreas del país tienen una vocación agrícola, es decir que son aptas para realizar cultivos de una forma sostenible. Sin embargo la realidad es otra, ya que en Colombia solo 5 millones de hectáreas son utilizadas para esta actividad, las cuales en su mayoría están ubicadas en zonas consideradas no aptas para tal fin, como los páramos y los humedales”.
En cuanto a la ganadería el panorama es mucho más preocupante. Nieto Escalante apuntó que Colombia cuenta con 15 millones de hectáreas aptas para la cría de ganado, pero en realidad se utilizan 35 millones de hectáreas, “lo cual ha generado serios problemas de erosión por el pisoteo constante del ganado en zonas con altas pendientes”.
“Estas cifras y estudios con los que cuenta el IGAC son un insumos indispensables para la actualización de los Planes de Ordenamiento Territorial del país, ya que permiten identificar las zonas en donde se puede cultivar, las que son de protección ambiental y hasta la clase de cultivos que no afectan los recursos naturales. El llamado es para que las autoridades utilicen nuestra información para la toma de decisiones y que enfoquen su ordenamiento por regiones, y no como se ha realizado históricamente, es decir a solamente bajo la visión municipal”, puntualizó Nieto Escalante.
El estudio de conflictos del suelo del IGAC advierte que el 16 por ciento de los suelos del país padece por sobreutilización (sobrecarga de cultivos y ganadería), y el 13 por ciento por subutilización (tierras aptas para alguna actividad que han sido prácticamente desaprovechadas).
Unidos para blindar los páramos
En el Congreso de la República se está tramitando el Proyecto de Ley 044 de 2014, el cual tiene como fin preservar y conservar los ecosistemas de páramos a través del desarrollo sostenible.
Los ponentes de esta ley son los Representantes a la Cámara Luciano Grisales (del departamento del Quindío) y Nicolás Echeverri (del departamento de Antioquia), quienes lideraron la pasada audiencia pública “páramos: ecosistemas fundamentales en el ciclo del agua y la vida”.
Las entidades participantes en este encuentro hicieron un “barrido” de la situación de los páramos colombianos, y manifestaron su compromiso con la protección de estos ecosistemas y con la ley de páramos que se está tramitando.
“Este tipo de iniciativas demuestran que las entidades y autoridades del Gobierno Nacional trabajamos en la misma dirección, que es proteger nuestros recursos naturales como los páramos de la mano con la comunidad que ha habitado en estos territorios. Debemos trabajar con los campesinos, asesorarlos y enseñarles a cambiar las prácticas que no son sostenibles”, dijo el Subdirector de Agrología del IGAC.
El Ministerio de Ambiente aseguró que más allá de una delimitación de cada uno de los páramos, se debe trabajar en establecer zonas dentro de estos ecosistemas que sean solo para la conservación ambiental, y otras en donde la población que habita allí pueda realizar actividades pero de una forma sostenible.
El Instituto Alexander von Humboldt apuntó que actualmente se está trabajando en la delimitación de 21 complejos de páramos en el país.
Fuente: IGAC