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La producción agrícola de São Paulo creció más del 90% en las últimas dos décadas

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La producción de la agricultura del estado de São Paulo, en Brasil, se incrementó un 90,4% entre 1990 y 2012, al registrar un índice de crecimiento anual promedio del 3,1%.

Foto: Eduardo Cesar/ Revista Pesquisa FAPESP

Algunos de los factores que aportaron a ese aumento de la producción del sector durante el mencionado período fueron las inversiones en investigación en el área de Ciencias Agrarias realizadas por instituciones como la FAPESP –que permitieron elevar la productividad por hectárea de los cultivos–, la expansión de la mecanización y la concentración en la producción de commodities tales como la caña de azúcar y la naranja.

Estas constataciones se concretaron en el marco del estudio intitulado “El aporte de la FAPESP al desarrollo de la agricultura en el estado de São Paulo”, que contó con el apoyo de la Fundación.

“Nuestro trabajo mostró que la agricultura paulista es más eficiente que la del resto de Brasil, y en la cual menos trabajadores producen más valor”, declaró Maria Auxiliadora de Carvalho, investigadora jubilada del Instituto de Economía Agrícola (IEA) de la Secretaría de Agricultura y Abastecimiento del Estado de São Paulo, y una de las autoras del estudio, a Agência FAPESP.

Durante el estudio, la investigadora realizó un análisis de la evolución reciente de la agricultura paulista, basada en datos de censos agropecuarios, investigaciones de producción agrícola municipal e investigaciones nacionales por muestras de domicilios (PNAD, por sus siglas en portugués) del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Con una participación correspondiente a un 11,7% del total de áreas de cultivo plantadas en Brasil, São Paulo contribuyó con un 18% del valor total de la producción agrícola del país durante el trienio 2010-2012, destacó Carvalho. “Esto pone en evidencia la alta productividad de la producción agropecuaria paulista”, afirmó.

Con menor cantidad de trabajadores

Una de las constataciones de este análisis indicó que la cantidad de establecimientos rurales del estado de São Paulo disminuyó alrededor de un 30% entre el Censo Agropecuario de 1970 y el de 2006, al pasar de 327 mil a 228 mil unidades.

De acuerdo con la investigadora, durante el mencionado período la extensión promedio de los establecimientos rurales de São Paulo trepó de 62,5 a 74,5 hectáreas, lo cual sugiere una tendencia a la concentración de la propiedad de la tierra.

Tal transformación estuvo acompañada por una reducción del personal ocupado en la agricultura paulista.

La población rural paulista, que era de 4,8 millones de habitantes en 1960, se redujo a alrededor de 1,7 millones en 2010, cifra que corresponde a un 4,1% de la población total del estado de São Paulo y a un 5,6% de la población rural brasileña.

“En un contexto social más amplio, la disminución de la cantidad de trabajadores en la agricultura se enmarcó en el proceso de desplazamiento de la población de origen rural hacia los centros urbanos”, sostuvo Carvalho.

La reducción del personal ocupado no tuvo reflejos negativos sobre la producción y sobre la productividad. “Se trata de una tendencia considerada ‘normal’ en las regiones desarrolladas, en las cuales menos gente produce más debido al aporte de tecnología”, explicó Carvalho. El estado de São Paulo contribuyó con un 11,3% del valor agregado a los precios básicos de la producción agropecuaria brasileña en 2010, según apuntó el estudio.

La merma de la cantidad de trabajadores rurales en el estado de São Paulo estuvo precedida por una expansión de la mecanización en los cultivos paulistas, indicó el estudio.

El número de tractores, que era de 67 mil en 1970, superó los 170 mil en el censo 1995-1996. Posteriormente disminuyó, para totalizar 145 mil en 2006, cifra que corresponde a 2,2 veces el total existente en 1970.

Las mejoras de productividad del sector y la declinación de la población rural paulista estuvieron acompañadas por un aumento de los ingresos rurales per cápita en São Paulo durante los últimos años, señalan los investigadores.

En el trienio comprendido entre 1995 y 1997, por ejemplo, la renta per cápita rural paulista, al igual que la brasileña, equivalía a un 21% de su correspondiente urbana.

En tanto, en el trienio 2000-2001-2002, los ingresos rurales per cápita en São Paulo pasaron a equivaler a un 42% de sus correspondientes urbanos, en tanto que en Brasil en general equivalían a un 33%.

Entre 2010 y 2012, esa diferencia se volvió mayor aún, dado que la renta rural per cápita cayó hasta corresponder a un 31,4% de la urbana en el país, en tanto que en São Paulo avanzó hasta llegar a un 53%, comparan los investigadores.

“Estos cambios sugieren un fuerte achicamiento de la diferencia existente enere los ingresos de las personas en el ambiente rural paulista y la renta de los trabajadores en el medio industrial-urbano”, afirmó Paulo Cidade, docente de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP) y coordinador del estudio.

Agricultura concentrada

Según los investigadores, una característica peculiar de la agricultura paulista es su alta concentración. Tan sólo 25 productos respondieron por el 99,2% del valor de la producción agrícola paulista entre 2010 y 2012.

La caña de azúcar contribuyó con un 59,3%, seguida por la producción de naranjas, con un 12,6% de participación, lo que significa que tan sólo esos dos productos respondieron por más del 70% del valor de la producción agrícola paulista en el trienio comprendido entre 2010 y 2012.

“Sin embargo, se debe considerar que esas estadísticas engloban a los grandes cultivos. Si se incluyeran también la floricultura, horticultura y algunas frutas, el nivel de concentración sería menor, pues son cultivos relevantes situados en las cercanías de los grandes centros urbanos”, acotó Carvalho.

El estado de São Paulo es el principal productor nacional de caña de azúcar y de naranjas. Así es como contribuye con un 58% y un 76,2% de la producción brasileña de ambos cultivos agrícolas respectivamente.

Con todo, el liderazgo paulista no se limita a esos dos productos, según ponderan los investigadores.

De los 25 productos más importantes de la agricultura paulista, São Paulo es el primer productor brasileño de nueve de éstos –además de la cañamiel y la naranja, también lo es de banana, tomate, caucho, limón, maní, mandarina y caqui–, el segundo productor nacional de durazno, palmito y ananá y el tercero en producción de café, uva, papa y mango.

“La especialización de la agricultura paulista en algunos productos agrícolas no fue tan perjudicial ni tan exagerada como mucha gente imagina, y permitió que el sector incrementase su productividad”, sostuvo Cidade.

“Y ese aumento de productividad sólo fue posible en razón de factores tales como las inversiones públicas en el sector y, fundamentalmente, la investigación científica, la innovación tecnológica, la extensión rural y la calificación de recursos humanos”, añadió.

São Paulo, pobre y atrasado durante todo el período colonial y durante la etapa inicial del período monárquico, emergió de la miseria hacia la opulencia durante el llamado Segundo Reinado merced a un solo producto agrícola: el café.

Durante las primeras décadas del siglo XX, es decir, ya en el período republicano, el estado de São Paulo respondía por casi la mitad de todo el café comercializado en el mundo.

La crisis mundial, que tuvo su momento icónico en el crash de la Bolsa de Nueva York en 1929, acarreó una drástica reducción de la demanda internacional de café y forzó durante los años subsiguientes a una transferencia de capitales de la caficultura a la industria, como así también a una mayor diversificación de la agricultura paulista.

Con su pujante industria, el estado de São Paulo lideró el desarrollo brasileño y llegó a responder por el 40% del PIB nacional a mediados de la década de 1970.

En años posteriores, debido fundamentalmente a la merma relativa de la actividad industrial, su participación en el PIB declinó hasta llegar en 2012 a un 31%. De esa participación total, el 73,1% provino del sector de servicios, el 25% de la industria y el 1,9% de la producción agropecuaria, según apuntó el estudio.

Lea más sobre la investigación intitulada “El aporte de la FAPESP al desarrollo de la agricultura en el estado de São Paulo” en: agencia.fapesp.br/24030.

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