Con Iris, los aviones serán identificados en cuatro dimensiones; latitud, longitud, altitud y tiempo, permitiendo un seguimiento preciso de los vuelos y una gestión del tráfico aéreo más eficiente
Inmarsat y ESA (Agencia Espacial Europea) han firmado un importante contrato para llevar a cabo el desarrollo de los servicios de comunicación por satélite que permitan la gestión del tráfico aéreo (ATM) en trayectoria 4D dentro del espacio aéreo europeo a partir de 2020.
El programa Iris cubre la nueva generación ATM (Air Traffic Management) del programa SESAR (Single European Skies ATM Research) que necesitarán de un sistema de gestión del tráfico aéreo de alto rendimiento en Europa.
La ESA ha firmado un contrato de 41,3 millones de euros con Inmarsat para aumentar el número de vuelos, reducir los retrasos, mejorar la seguridad y aminorar las emisiones de dióxido de carbono.
El programa introducirá un enlace de datos seguro y protegido para la gestión del tráfico aéreo por satélite entre aeronaves y el control de tráfico aéreo (ATC) para liberar las radiofrecuencias congestionadas que se utilizan en la actualidad.
El contrato fue firmado el pasado mes de enero durante una ceremonia celebrada en Londres. La ESA, Inmarsat, Thales Alenia Space, CGI y un consorcio industrial finalizarán la tecnología y la prepararán para su implantación en toda Europa.
Iris sirve de apoyo al proyecto SESAR (Investigación sobre la gestión del tránsito aéreo en el contexto del Cielo Único Europeo), que ofrece recomendaciones sobre cómo mejorar la seguridad, la capacidad, la protección y la eficiencia del tráfico aéreo en Europa.
Se trata de una iniciativa crucial, ya que durante los próximos 20 años se espera un crecimiento del 50 % en el número de vuelos en el cielo europeo.
Los enlaces de datos por satélite entre aeronaves y el ATC se utilizan principalmente como respaldo en el espacio aéreo oceánico. En el continente europeo, a pesar de la congestión, se siguen empleando sistemas de gestión del tránsito aéreo basados en radares y radio, que hacen necesario que las aeronaves estén separadas física o temporalmente para poder garantizar la seguridad. Unas condiciones meteorológicas adversas también pueden afectar a la capacidad de los pilotos y el ATC de volar de forma segura, lo que exige aumentar aún más la distancia entre rutas.
Estas limitaciones han provocado que el espacio aéreo europeo esté prácticamente saturado, lo que se traduce en innumerables retrasos y cancelaciones, así como en una enorme pérdida de tiempo y dinero.
Dado el incremento en el número de vuelos, se prevé que los sistemas de enlace de datos terrestres alcancen su límite hacia 2025-2030, por lo que SESAR ha reconocido la necesidad de aplicar una solución tecnológica complementaria.
En respuesta a este problema, la ESA e Inmarsat han estado probando y desarrollando la red terrestre y los terminales de cabina de Iris. Su tecnología retransmitirá vía satélite información clave sobre aeronaves y servicios de seguridad al ATC, creando una solución segura basada en la comunicación por satélite que ayudará a descongestionar las comunicaciones de enlace de datos existentes. Además, la comunicación entre controladores y pilotos pasará de voz a texto digital, lo que mejorará la velocidad y la precisión.
Otros de los objetivos de Iris es iniciar las primeras trayectorias ‘4D’, que permitirán ver la nave en cuatro dimensiones: latitud, longitud, altitud y tiempo. Se trata de uno de los principales conceptos definidos en SESAR y facilitará el seguimiento preciso de los vuelos y una gestión más eficiente del tráfico mediante operaciones basadas en la trayectoria.
Estas operaciones permiten a pilotos y controladores colaborar en trayectorias de vuelo y calcular las rutas más cortas, volar en crucero a la altitud óptima y utilizar rutas de ascenso y descenso continuas, lo que contribuirá a ahorrar combustible y al medio ambiente.
Iris también definirá la evolución de los programas de modernización para permitir la gestión plena de trayectorias 4D en espacios aéreos de todo el mundo, y hará que el enlace de datos por satélite se convierta en el principal medio de garantizar la comunicación entre pilotos y controladores.
Magali Vaissiere, directora de Telecomunicaciones y Aplicaciones Integradas de la ESA afirma: “No es fácil reflejar el impacto que esta nueva aplicación de la tecnología satelital tendrá en la navegación aérea. Llevamos trabajando con Inmarsat y el resto de socios en el programa Iris desde 2012, por lo que nos complace poder aplicar los resultados de toda nuestra investigación y desarrollo en beneficio de la economía y los ciudadanos de Europa de una manera tangible”.