Los preparativos previos al lanzamiento del clúster de satélites Swarm, desarrollado y construido por Astrium, prosiguen a toda marcha en el cosmódromo ruso de Plesetsk, a aproximadamente 800 kilómetros al nordeste de Moscú. Los tres satélites, que serán lanzados al espacio el 22 de noviembre de 2013 por Eurockot Launch Services, han sido ya montados en la etapa superior del cohete y se ha sellado su carenado.

Astrium, es contratista principal de la Agencia Espacial Europea (ESA) para la misión Swarm. El objeto de ésta es analizar, con un nivel de detalle sin precedente, el campo magnético terrestre y su evolución. Sus hallazgos ayudarán a mejorar nuestra comprensión de lo que sucede en el interior de la Tierra y su interacción con el entorno espacial.

Los tres satélites Swarm, idénticos, serán lanzados a una órbita polar de una altitud de 490 kilómetros y llevarán a cabo el sondeo más preciso hasta la fecha del campo magnético terrestre y sus cambios. Swarm seguirá, por así decirlo, los pasos de la novela “Viaje al centro de la Tierra” de Julio Verne. En la actualidad, sin embargo, no siempre es necesario excavar o perforar para echar un vistazo a lo que compone el interior de la Tierra y saber cómo actúa. Gracias al desarrollo de las técnicas de teledetección desde satélites, Swarm puede alcanzar este objetivo desde su órbita. Los campos gravitatorios y magnéticos de la Tierra ofrecen una ventana directa a cómo funciona su interior: a partir de las variaciones que experimentan estos campos en distintos momentos y lugares, los científicos pueden extraer conclusiones de los procesos dinámicos que tienen lugar en las profundidades, bajo la superficie del planeta, en su núcleo exterior.

Las lecturas extremadamente precisas y en alta resolución de la fuerza, orientación y fluctuaciones del campo geomagnético, complementadas por precisos datos de navegación y velocidad, junto con mediciones de la intensidad del campo eléctrico, suministrarán los datos de observación precisos para distinguir entre las diversas fuentes del campo geomagnético y para explicarlas a través de modelos. Las mediciones en alta resolución del campo magnético que lleve a cabo Swarm también servirán para cartografiar formaciones rocosas y sedimentos magnéticos, así como para ayudar a descubrir minerales y depósitos de menas.

Además del campo magnético, el trío de Swarm estudiará también la atmósfera superior, que está parcialmente ionizada y es conductora de la electricidad. Las fluctuaciones en la densidad de electrones pueden dispersar las ondas de radio e interferir o bloquear las señales de navegación. La flota de satélites Swarm puede detectar las áreas que exhiben tales fenómenos. De esta forma puede también contribuir a aumentar la seguridad del transporte aéreo.

Otro gran reto es la observación de las corrientes de los océanos. El movimiento de agua salada con carga eléctrica genera un débil campo magnético. La misión Swarm debería hacer posible observar corrientes oceánicas de grandes áreas a lo largo de mayores distancias y períodos. La dinámica de los océanos desempeña un importante papel en el clima del globo. Swarm puede hacer una importante aportación a la investigación climatológica detectando los patrones existentes en la circulación mundial de los océanos.