Por Leica Geosystems Sudamérica

Zona Costera Brasileña y Parques Nacionales

La zona costera de Brasil ocupa alrededor de 3,5 millones de kilómetros cuadrados y cuenta con cerca de 8.500 km de costa. Presenta distintas características en su larga distribución, extendiéndose a través de distintos biomas que se encuentran en la costa: el bioma amazónico, la Caatinga y la Mata Atlántica.

Con el fin de preservar las características naturales de los diferentes ecosistemas, se establecen legalmente las llamadas unidades de conservación. Los parques nacionales se encuentran dentro del grupo de protección estricta, dando prioridad a la conservación y protección de la flora, fauna y demases recursos naturales (ríos, lagos, formaciones de roca, etc.)

Brasil cuenta con 32 parques nacionales de acuerdo con el instituto ICMBio, incluidas las zonas cercanas al Océano Atlántico, Foretas Amazonica e incluso cerca de los grandes centros urbanos, como el Parque Nacional de Tijuca en Río de Janeiro. Estas áreas pueden ser utilizadas para visita turística (ecoturismo), la realización de investigación científica y proyectos educativos.

Parque Nacional da Restinga de Jurubatiba

El Parque Nacional de la Restinga Jurubatiba, está situado en la parte norte del estado de Río de Janeiro, extendiéndose a través de los municipios de Macaé, Carapebus y Quissamã. Existen 44 km de playas y cuenta con 18 lagos de una rara belleza  y un gran interés ecológico. El parque también cuenta con una parte muy bien conservada del Canal de Macaé-Campos, que tiene 104 km de largo, y que tomó cerca de 30 años en ser construido utilizando solamente mano de obra de esclavos.

La creación del parque en 1998, tuvo como objetivo proteger el importante ecosistema de la Restinga que cuenta con la
presencia de especies endémicas y en peligro de extinción. Debido a estas características, existe un gran número de investigaciones científicas en curso dentro de su circunscripción.

El Proyecto

Las regiones costeras son áreas de compleja interacción entre la dinámica del clima, el mar y el suelo, y se encuentran bajo una intensa presión antrópica desde hace más de 5 siglos. Estas áreas albergan una parte significativa de la actividad económica y una alta concentración de población. En este entorno tan frágil, el desarrollo de actividades agrícolas, la urbanización y minería han causado impactos ambientales significativos.

Para tratar de minimizar los impactos causados ​​por estos factores, los estudios geomorfológicos consideran la forma de analizar la interrelación entre la naturaleza y el hombre. Combinando técnicas de campo, tales como la interpretación de las formas terrestres y de los datos de la dinámica socioeconómica de un área, se generan propuestas con medidas de mitigación que pueden ayudar a la estabilidad del sistema natural.

El trabajo en el Parque Nacional de la Restinga se inserta en el Programa de Investigación Ecológica a Largo Plazo (PELD/CNPq), desarrollado por el Centro de Ecología y Socio-Ambiental de la ciudad de Macaé (NUPEM / UFRJ), junto con el Centro de Monitoreo por Satélite Embrapa y el Centro de  Estudios Costeros y Ambientales (NEAL/UNICAMP). Su principal objetivo es la identificación de los puntos de elevación, como base para el desarrollo de un Modelo Digital del Terreno (MDT), lo que es una fuente importante para el estudio de las formas del relieve. Se generan mapas básicos para estudios de diagnóstico del medio físico, que contribuyen a la organización de las medidas de gestión territorial, lo que minimiza la ocurrencia de impactos ambientales mediante el análisis de cómo fue el proceso de ocupación y el nivel de vulnerabilidad de estas zonas.

Durante el trabajo de terreno, se utilizó un dispositivo CS25 GNSS. Su ancha pantalla de fácil navegación facilitó la localización de los puntos a colectar.  La función go to, disponible en el software Zeno Field,  fue utilizada para encontrar la ubicación exacta de estos puntos.

El trabajo de terreno se realizó bajo luz solar intensa, lo que requiere el uso de un dispositivo que soporte altas temperaturas y que también esté totalmente protegido contra el agua y arena. Los datos fueron colectados dentro de una clase de tipo punto, que puede describir las características y estado medioambiental de diversos puntos del parque,  asociando a la vez su correspondiente altitud y fotos.

El usuario ya contaba en terreno con un archivo shapefile con puntos pre-establecidos y también una imagen del satélite RapidEye, ambos insertos como fondo de pantalla en el software Zeno Field, y rápidamente cargados gracias al procesador de 1,6 GHz disponible en la tablet CS25 GNSS. Finalmente, los datos de elevación colectados en terreno fueron ingresados en el software ArcGIS Desktop para la preparación del Modelo Digital del Terreno (DTM) de la zona.

Institutos Participantes:

• Centro de Ecologia y Desarrollo Socioambiental de Macaé (NUPEM/UFRJ);
• Centro de Monitoreo Satelital Embrapa;
• Centro de Estudios Medioambientales y  Costeros (NEAL/UNICAMP).