La cápsula japonesa HTV5, que transportó al nanosatélite nacional Serpens, llegó a la Estación Espacial Internacional (ISS, sigla en inglés).

Desarrollado por estudiantes de la Universidad de Brasilia (UnB) y otras instituciones de enseñanza e investigación, colectará datos principalmente sobre el medio ambiente.

Con una inversión de R$ 800 mil, el equipamiento fue costeado por la Agencia Espacial Brasileña (AEB) y llevado al espacio el miércoles 19 de agosto. Su puesta en órbita está calculada para fines de septiembre o principios de octubre.

El satélite de pequeño porte forma parte del proyecto Sistema Espacial para Realización de Investigaciones y Experimentos con Nanosatélites (Serpens). “El objetivo de la misión en órbita es relativamente simple pero tiene muchas aplicaciones que pueden servir para prevenir situaciones críticas y mejorar intervenciones”, informa la profesora de sistemas espaciales de la UnB Chantal Cappelletti, que coordinó el desarrollo del proyecto.

La UnB quedó responsable por la mayor parte de la creación del equipamiento y de la coordinación de la primera misión del Serpens. Las universidades federales de Minas Gerais (UFMG), de ABC (UFabc) y de Santa Catarina (UFSC) también integraron el proyecto y participaron en el montaje de los sistemas. Del exterior forman parte del consorcio universidades de Estados Unidos, España e Italia.

La propuesta es que las instituciones se turnen en la coordinación del proyecto. Por el cronograma, la UFSC será responsable por el desarrollo del Serpens 2.

Fuente:  Aeb