Los Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron el día 26 de julio el proyecto final de una señal común para los sistemas GPS y Galileo.

Fruto de una cooperación firmada en julio de 2004, el acuerdo prevé la compatibilidad e interoperabilidad entre los sistemas a través de señales civiles optimizadas, que protegerán intereses comunes de seguridad.

Las señales resultantes GPS L1C y Galileo L1F fueron mejoradas por un grupo de trabajo, para que los futuros equipos puedan rastrear simultáneamente las señales del sistema americano y europeo, con una mayor precisión y con la minimización de los efectos indeseados como el multicamino de las señales, ruidos e interferencias.

Este acuerdo es un gran paso para que se alcance la interoperabilidad entre los diversos Sistemas Globales de Navegación por Satélites (GNSS) que estarán en operación en los próximos años. Además del GPS (en operación) y del Galileo (en construcción), ya se encuentra en operación el ruso Glonass y, en breve, China también implantará su propio sistema, el Compass.