A partir de este mes satélites espaciales de Europa, en colaboración con otros instrumentos de Estados Unidos, Japón y Suramérica, monitorean los cambios en los arrecifes de coral, manglares y bosques para vigilar los daños y mejoras en la biodiversidad de Mesoamérica (de México a Costa Rica), y también de Panamá.

Esto es parte del programa Diversity, una iniciativa pionera de la Agencia Espacial Europea (ESA), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Comisión Centroamericana de Desarrollo (CCAD) y la Fundación Marviva.

Este proyecto se dio a conocer ayer en el hotel Herradura, en el 32.° Simposio Internacional de Sensores Remotos que se realizó en el mes de junio en Costa Rica. Diversity requiere de una inversión de 2,5 millones de euros, esto es, de unos ¢1.763 millones.

Los expertos europeos analizarán las imágenes existentes sobre Mesoamérica que se hicieron durante los últimos 35 años y las compararán con las nuevas que se tomarán de la zona.

El satélite europeo Envisat será uno de los encargados de actualizar esas fotografías en su paso, cada 16 días. Las imágenes obtenidas por este tipo de satélite no siempre logran retratar bien la superficie de la Tierra porque las nubes no dejan. Por esto, se acudirá también a la tecnología láser.

Contabilizando el tiempo que tarda la señal láser en regresar al satélite después de rebotar en la superficie terrestre, es posible estimar las distancias y el relieve de la superficie en estudio y así crear mapas tridimensionales más detallados.

Fuente: La Nación