La misión de la ESA para el estudio del campo gravitatorio, GOCE, se ha recuperado de un fallo que impedía el envío de los datos científicos a las estaciones de seguimiento en tierra. El fallo ha sido solucionado antes de lo previsto gracias al intenso trabajo de todo un equipo de expertos.
 
El fallo en el sistema de comunicaciones se produjo el pasado día 8 de Julio, cuando el Explorador del Campo Gravitatorio y de la Circulación Oceánica (GOCE) repentinamente dejó de enviar los datos científicos a sus estaciones de seguimiento en tierra.

Un primer análisis de la situación por parte de un equipo de expertos de la ESA y de la industria indicó que el fallo estaba relacionado con el enlace entre el módulo del procesador y los módulos de telemetría del ordenador principal. Estos módulos de telemetría están situados entre la placa del procesador y los transmisores, formando el núcleo del subsistema de comunicaciones y de tratamiento de datos. 

GOCE en órbitaPara poder comprender exactamente qué estaba pasando en el interior de GOCE, se diseñaron varios parches para el software de abordo que permitieron descargar información sobre el estado de los distintos subsistemas del satélite a través del débil flujo de datos que seguía llegando a las estaciones de seguimiento. Basándose en esta información, se pudo comprender la situación e implementar una solución, que consistió en elevar 7°C la temperatura de la placa sobre la que están instalados los ordenadores de abordo. Poco después, se reestablecieron las comunicaciones con el satélite.

Primer modelo del campo gravitatorio generado por GOCELos expertos siguen diseñando nuevos parches de software que permitirán que los dos ordenadores de abordo trabajen al unísono, lo que evitará que se pueda repetir un fallo similar en el futuro.

Volker Liebig, Director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, declaró que “estamos muy contentos al ver que la misión más innovadora de la ESA vuelve a estar plenamente operativa. Me gustaría felicitar y agradecer el extraordinario trabajo de los equipo de la industria y de la ESA.”

“A veces la prensa me pregunta si los satélites de la ESA no están sobredimensionados, con tantas redundancias y con unas vidas útiles más largas de lo necesario. Este caso demuestra la importancia de contar con un cierto margen de actuación cuando surgen los problemas. Gracias a las redundancias implementadas en GOCE, seguimos siendo capaces de entregar a los científicos todos los datos para los que fue diseñada la misión”.

Este problema no es el primer contratiempo al que se enfrenta GOCE desde su lanzamiento en Marzo de 2009. En Febrero de 2010, un problema en un chip del ordenador principal forzó a los equipos de operaciones a conmutar al ordenador de reserva del satélite. Sin embargo, a día de hoy no se ha encontrado ninguna relación entre los dos fallos.

OCE es la misión más avanzada de la historia para el estudio de la gravedad, situado en una órbita que surca las últimas trazas de la atmósfera para medir la intensidad del campo gravitatorio con la mayor precisión posible. Es capaz de detectar variaciones en el campo gravitatorio de nuestro planeta con un exquisito nivel de detalle.

Desde que comenzó la fase de operaciones en Septiembre de 2009, GOCE ya ha generado dos tercios de los datos científicos para los que fue diseñado. Gracias a esta misión, científicos de todo el mundo ya disponen de una gran cantidad de valiosos datos que rediseñarán el modelo actual del campo gravitatorio terrestre.
 
Ahora que GOCE ha recuperado todas sus facultades, se planea extender la vida útil de la misión más allá del horizonte de 2011, puesto que las operaciones del satélite han consumido menos combustible del que estaba inicialmente previsto. Rune Floberghagen, Responsable de la Misión GOCE para la ESA, explica que “el pasado día 6 de Septiembre, el instrumento principal de la misión, el gradiómetro que mide las variaciones espaciales del campo gravitatorio con gran nivel de detalle, fue conectado de nuevo y está funcionando según lo previsto”.

“Con todos los sistemas funcionando perfectamente, el equipo de operaciones está llevando al satélite lentamente a su altitud nominal, a la que regresará antes de finales de este mes”. 

Fuente: ESA

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