Luego de más de cuatro años mapeando la gravedad de la Tierra con gran precisión, la misión del satélite Goce, perteneciente a la Agencia Espacial Europea (ESA en inglés), está llegando a su fin y sus destrozos caerán en la Tierra.
Para poder medir la fuerza de la gravedad de la Tierra, el satélite volaba en una órbita extremadamente baja, a 255 km de altura – aproximadamente 500 km más baja que la órbita de la mayoría de los satélites de observación de la Tierra. El haber reducido la órbita aumentó la precisión y resolución de medición del Goce, mejorando la visión de la dinámica de los océanos y corrientes.
El primer gran “geoide” producido con base en las mediciones de la gravedad del satélite Goce fue lanzado en junio de 2010. El geoide es la superficie de un océano global ideal, sin mareas y corrientes, formado apenas por la gravedad. El modelo es una referencia fundamental para realizar mediciones precisas del cambio de la corriente de los océanos, del nivel del mar y de las dinámicas del hielo.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA en inglés), a mediados de octubre de este año, su misión llegará a término y el satélite empezará su descenso. Aunque la mayor parte del satélite se desintegrará en la atmósfera, algunos destrozos podrán alcanzar la superficie de la Tierra.
Cuándo y dónde podrán caer aún no se puede prever, pero el área afectada será reducida para aliviar el impacto. De acuerdo con la ESA, el peligro de que los destrozos se choquen con una persona o una propiedad es muy improbable.