Hoy, como en ninguna otra época, se ha demostrado que los últimos avances tecnológicos llegaron para ayudar a solucionar muchos de los problemas globales que están afectando y poniendo en riesgo a la humanidad en distintos frentes. 

Unos de ellos, y cuyo aporte está resultado trascendental porque permite a los gobiernos, organizaciones y personas tomar decisiones más acertadas ante distintas circunstancias adversas, son la tecnología 3D, los mapas digitales y la localización, que con los datos demográficos, de ubicación, geográficos, la cartografía interactiva y los niveles del mar –en tiempo real y de manera oportuna– otorgan herramientas e información invaluable para determinar acciones efectivas y eficientes. 

Justamente, una de esas problemáticas en las que estas innovaciones pueden proporcionar importantes aportes es la economía oceánica sostenible, que puede encontrar en estas soluciones un impulso vital. 

Como lo explica Marianna Kantor, directora de mercadeo de la corporación Esri, el océano –que ya es la séptima economía del mundo– tiene problemas, y hasta ahora es cuando se está empezando a tener conciencia de que existen los mecanismos para hacer algo al respecto. 

En esa línea, esta experta en transformación de la tecnología geoespacial, agrega que con una valoración de activos de US$25 billones, incluido un PIB anual de US$2,5 billones, la economía de los océanos se está acelerando tan rápidamente como los llamamientos a su conservación. 

“Y no es de extrañar: el océano es una fuerza masiva para protegernos del cambio climático, absorbiendo el 25 por ciento de las emisiones climáticas del mundo y el 90 por ciento del calor causado por esas emisiones. Genera el 50 por ciento del oxígeno que respiramos y es la mayor biosfera del planeta, ya que alberga el 80 por ciento de la vida en la Tierra”, advierte Kantor. 

No obstante, este recurso vital sigue sufriendo por la sobrepesca incontrolada, la destrucción del hábitat, la contaminación, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, incluso cuando él mismo protege a las personas de las consecuencias imprevistas de la fuerte actividad económica que sustenta. 

Por fortuna –señala– muchos líderes empresariales y empresas de todo el mundo están empezando a comprender y a adoptar estrategias y prácticas que apoyan una economía oceánica sostenible, donde las tecnologías como el 3D, los mapas digitales y la inteligencia de localización están apoyando el reto global de preservar el océano a medida que aumenta su uso económico y se intensifican los impactos climáticos. 

“Por primera vez, nuestro conocimiento del océano puede acercarse a nuestro conocimiento de la Tierra. Podemos convertir lo profundo desconocido en lo profundo conocido”, sostiene Dawn Wright, geógrafa, oceanógrafa y científica jefe de Esri. 

En ese sentido, cabe resaltar que la publicación del primer mapa completo del océano en 3D, un gran avance, ha contribuido a impulsar una revolución de la innovación en los datos relacionados con el océano y las soluciones de sostenibilidad. 

“Ver el océano en su verdadera profundidad y complejidad es exactamente lo que necesitamos. Es lo que necesitamos, además, si esperamos reducir el riesgo de dañar o agotar críticamente los recursos marinos, si esperamos preservar las pesquerías del mundo o anticipar cuándo una corriente cálida se convertirá en un huracán devastador. Es lo que necesitamos si esperamos hacer frente a los crecientes continentes de plástico, residuos y otros contaminantes que amenazan la vida marina”, dijo Wright en un reciente artículo de GreenBiz

Economía e innovación oceánicas 

A vertical overhead shot of the beautiful shoreline of the sea with blue clean water and sandy beach

Según la Directora de Marketing en Esri, el océano rebosa de vida propia, pero su salud repercute en toda la vida humana. Conscientes de ello, anota que una cohorte creciente de empresas socialmente responsables ha empezado a crear soluciones de sostenibilidad que se ajustan a las oportunidades de negocio, obteniendo beneficios y preservando el océano. 

En consecuencia, su trabajo suele girar en torno a datos complejos y en tiempo real, almacenados y procesados con un moderno Sistema de Información Geográfica (SIG) y visualizados en mapas digitales inteligentes. Esta inteligencia de localización ayuda a responder preguntas clave, especialmente para los líderes de las industrias del transporte marítimo, la energía, la logística y la pesca. 

Entre ellas, ¿Dónde tendrían las turbinas eólicas en alta mar el menor impacto en la pesca comercial? ¿Dónde debería ir un nuevo cable de comunicaciones submarino transatlántico para evitar interferencias con los lechos de vieiras, el raro hábitat del coral de aguas profundas o las zonas de extracción de arena necesarias para la restauración de las playas? y ¿Por dónde deben transitar los barcos en el Ártico (ahora que ya no está cubierto de hielo todo el año), para minimizar el impacto en los ecosistemas sensibles? 

Así, las compañías sostenibles que se acercan a los productos del mar aumentando la trazabilidad de la cadena de suministro ayudarán a proteger el océano a la vez que satisfacen la creciente demanda de prácticas éticas por parte de los consumidores. 

Taylor Shellfish Farms, por ejemplo, mantiene un sistema sostenible que comienza en los criaderos de mariscos y en las playas de marea donde alcanzan la madurez, y se extiende a través de la recolección, el procesamiento y la distribución. Todos los eslabones de este proceso deben cumplir las normas de sostenibilidad establecidas por la empresa y los organismos reguladores del sector. 

En este caso, los mapas y cuadros de mando ricos en datos basados en el SIG proporcionan visibilidad a todos los aspectos de la empresa, en tanto que los responsables de Taylor utilizan esa información y los informes del SIG para mantener una gestión medioambiental responsable. Al mismo tiempo –revela Kantor– la tecnología respalda las mejoras de los procesos que la convierten en una empresa rentable. 

Transporte marítimo inteligente, transporte marítimo sostenible 

La experta de Esri también indica que los buques comerciales producen una cantidad de carbono –800 millones de toneladas al año– que supera la producción de la mayoría de los países. No obstante, reconoce que las compañías navieras están trabajando para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, diseñando barcos más eficientes, una medida que fomenta la causa de la sostenibilidad, al tiempo que reduce el gasto empresarial. Al igual que en el caso de la pesca sostenible, la inteligencia de localización ayuda a las empresas navieras a añadir eficiencia al proceso. 

Para Kantor, esto es cierto en el caso de los buques individuales, en los que el SIG puede hacer un seguimiento de las operaciones, proporcionando una visión de cómo funcionan los sistemas de a bordo. “También es cierto para el proyecto más amplio de la gestión de la flota, ya que el SIG ayuda a los operadores a realizar un seguimiento de las emisiones globales, utilizando mapas inteligentes para informar a los organismos reguladores internacionales”, afirma. 

Adoptar un enfoque circular de la economía azul 

La Directora de Marketing asegura que incluso en las industrias no centradas en el océano, como el comercio minorista y la fabricación, las organizaciones socialmente responsables buscan ampliar las prácticas sostenibles mucho más allá de la construcción del producto y a lo largo de su ciclo de vida. 

En la mayoría de los casos –dice– esto significa poner en marcha medidas para recuperar o reciclar materiales una vez que el producto ha completado su uso original. El creciente grupo de compañías que adoptan los principios de la economía circular utiliza los modernos sistemas de información geográfica (SIG) para hacer un seguimiento de los productos y supervisar el proceso de recuperación. 

La economía circular –resalta la experta– es una forma de que las empresas alejadas de la economía azul sigan apoyando la sostenibilidad de los océanos. Un enfoque circular de la fabricación reduce los costos y disminuye la cantidad de plásticos que llegan al océano. Del mismo modo, las técnicas de agricultura de precisión aumentan la eficiencia en la producción de alimentos al tiempo que limitan la cantidad de pesticidas, sedimentos y materia orgánica que contaminan los océanos. 

Para obtener más información sobre los mapas inteligentes y la inteligencia de localización, visite esri.com/location-intelligence. 

Para saber más sobre la sostenibilidad de los océanos y la tecnología de inteligencia de localización visite esri.com/en-us/about/science/initiatives/ocean-science

Para ver el artículo original visite: https://www.forbes.com/sites/esri/2021/02/24/how-3d-location-intelligence-can-help-drive-a-sustainable-ocean-economy/?sh=e17defc4490e