En 2013, la United Cacao compró miles de hectáreas en el Amazonas peruano para sus cultivos. Expertos en la protección y conservación de la Amazonía cuestionaron la deforestación del área utilizada por la multinacional, estos lo negaron, alegando que no existían bosques vírgenes en sus terrenos. 

Audrey Lamb, profesora de química de la universidad de San Antonio Texas y gerente de cuentas de silvicultura comercial de Esri, junto con Maya Nolan, experta en proyectos de tecnología multifuncional y sensible al tema de la sostenibilidad, las dos, colaboradoras de Esri, la empresa líder mundial en georreferenciación, compartieron una nota sobre el caso de la United Cacao y el tema de la deforestación en el Amazonas peruano. 

Gracias a las imágenes satelitales y al análisis de datos realizados por el ecologista Matt Finer del área afectada del antes y el después de la intervención de la compañía, se hizo irrefutable negar el daño que había sufrido la tierra. 

Esta experiencia que tuvo consecuencias no sólo penales, sino también económicas, como, por ejemplo, que el Mercado de Inversiones Alternativas (AIM) de la Bolsa de Valores de Londres excluyera a la compañía United Cacao. 

Al conocer esa situación, muchas empresas empezaron a utilizar las herramientas que ofrecen los SIG Sistemas de Información Geográfica, para prevenir y protegerse de fraudes, además de garantizar la cadena de suministro, que asegure respeto por el medio ambiente. 

“Los consumidores están responsabilizando a las empresas por sus métodos de abastecimiento, y las investigaciones muestran que el 94 por ciento de los compradores tienen más probabilidades de mostrar lealtad a las marcas que practican la transparencia de la cadena de suministro”, afirman Lamb y Nolan. 

Hay definitivamente una exigencia por parte de los consumidores por que los productos vengan de operaciones sostenibles, y las compañías se han visto avocadas a buscar tecnología y a utilizar los SIG, junto a la imágenes satelitales para lograr sus metas. 

Volviendo al caso de la United Cacao en la Amazonía peruana, Finer se basó en datos e imágenes que databan de 20 años atrás, y pudieron ver cómo la zona de bosque intervenida por la empresa, había permanecido igual durante muchos años hasta que llegaron a sembrar el cacao y se vio la deforestación ocasionada por la multinacional. Además, hizo un análisis del índice de Vegetación de Diferencia Normalizad (NVDI) por sus siglas en ingles, y comparó la zona de la plantación con el bosque protegido adyacente pudiendo comprobar que antes de iniciar el cultivo, las dos tenían los mismos niveles de NVDI. Esto, y la medición de carbono medidos a través de la detección de luz y rango (LIDAR) respaldaron sus afirmaciones. 

A partir de entonces, Finer y su equipo han seguido utilizando los SIG y la tecnología en tu tarea de protección de la Amazonía. 

Otros ejemplos de las ventajas de la utilización de los SIG en diferentes campos de la economía citados por las colaboradoras de Esri Lamb y Nolan, son el caso de las empresas de seguros, que con la utilización de la georreferenciación que les permite tener la información en tiempo real y verificar si un cliente está diciendo la verdad, cuando hace un reclamo por un accidente donde afirma que había una tormenta y no la había.  

Para empresas como la refinadora de aceite de palma Bunge Loders Croklaan (BLC) la utilización de los paneles de control basados en los SIG a través de los múltiples países donde procesan el aceite, les permite monitorear la cadena de suministros y prevenir cualquier acto de deforestación. 

Se ha creado un conciencia a nivel mundial de proteger los recursos naturales de la Amazonía, incluso en las empresas donde es más importante el resultado final. Es así como adquiere una importancia relevante la utilización de los SIG,  y tener una transparencia en la cadena de los suministros que garantice la conservación del medio ambiente sin afectar el mercado. 

En Colombia, el cacao originalmente ha sido de pequeñas plantaciones, lo que no ha permitido que sea un producto significativo en el campo de las exportaciones de productos agrícolas. En los últimos años, Fedecacao, la entidad que reúne a los productores de este producto, ha incentivado su cultivo, registrando resultados históricos. 

Según un informe publicado por Portafolio[1] el trimestre julio-septiembre de 2021 registró una producción de 13.830 toneladas, frente a 10.743 en el mismo ejercicio de 2020, lo que muestra un crecimiento del 29%. 

En su afán por estar comprometidos con las directrices de la Organización de las naciones Unidas para la Agricultura (FAO), los cacaoteros han implementado la certificación en las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) .
En la actualidad el país cuenta con más de 537 fincas certificadas, lo que aporta a la consolidación de una agricultura con sostenibilidad ambiental. 

En cuanto al compromiso con el medio ambiente de la empresa privada que debe garantizar la trazabilidad de sus productos que deben certificar su compromiso con la sostenibilidad, en Colombia, la Compañía Nacional de Chocolates, cuenta con la certificación de las BPA. La compañía se cerciora de que su materia prima venga de cultivos amigables con el medio ambiente y que cumpla con las normas establecidas por la FAO .