El nuevo director del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), de Brasil, habla con exclusividad para InfoGEO

Gilberto Câmara asumió la dirección del INPE en 2005 con la propuesta de traer beneficios del ámbito espacial a la sociedad. Él cree que el programa espacial brasilero precisa mirar hacia la tierra y los datos deben de estar ampliamente dispuestos para promover el bien estar de la población.

Fan de la música clásica, Câmara trabaja en el INPE desde 1980, donde ejercía el cargo de coordinador general de observación de la Tierra hasta ser escogido por Sérgio Rezende, ministro de Ciencia y Tecnología, director de la institución.

Diplomado por el Instituto Tecnológico de la Aeronáutica (ITA) en ingeniería electrónica, Câmara hizo maestría y doctorado en computación en el INPE y trabajó en el desarrollo de importantes softwares de percepción remota y procesamiento de imágenes de satélites, como el SPRING, y de las metodologías de los proyectos DETER y PRODES, usados en la detección y monitoreo de la deforestación en la Amazonia.

El investigador también fue responsable por el establecimiento de una política de acceso libre a los datos del INPE sobre la deforestación y las imágenes del satélite CBERS, acto que resultó en la distribución 120 mil imágenes del satélite sino-brasilero entre mayo de 2004 y julio de 2005.

Gilberto Câmara

Sigue la entrevista exclusiva de Gilberto Câmara al editor Emerson Granemann.

¿Cuál es la importancia del área de observación de la Tierra para el gobierno brasilero? ¿Ésta puede disminuir los contrastes entre ricos y pobres?

El objetivo de las actividades científicas y tecnológicas es la producción de conocimiento y su apropiación por la sociedad. Así, cualquier actividad científica solamente podrá disminuir los contrastes entre ricos y pobres a medio plazo si sus resultados contribuyen para generar empleo y renta en el Brasil. En el caso de la observación de la Tierra, su gran potencial de contribución está en la gestión y en la ordenación del territorio brasilero. Toda nuestra actividad de I&D en percepción remota y geoprosesamiento tiene como objetivo permitir que “el Brasil conozca más el Brasil”. Nuestros recursos naturales y nuestras ciudades precisan que esas informaciones estén al alcance de todos. Así, la misión de la observación de la Tierra del INPE es aumentar la capacidad de la sociedad brasilera en cuidar de nuestro vasto y maltratado territorio.

¿Cuáles son las novedades en esa área para los próximos cuatro años?

En los próximos cuatro años, tendremos un aumento en la disponibilidad de datos y de tecnologías en diferentes resoluciones de trabajo. En el área de la baja resolución espacial (50-300m) y en la alta resolución temporal (1-5 días) podemos esperar un aumento de los sensores disponibles y de sus aplicaciones. Además del MODIS, tendremos el WFI del CBERS y el AWIFS del IRS. Esos sensores permiten nuevas aplicaciones asociadas al monitoreo rápido, como el DETER (Detección de la Deforestación en Tiempo Real). Los sensores de media resolución espacial (10-50m) y de media resolución temporal (10-30 días) continuarán siendo fundamentales para la mensura de cambios de cobertura del suelo y para la aplicación en agronegocios. La disponibilidad de datos para ese segmento en el Brasil es una de las grandes metas del programa CBERS. Para el segmento de alta resolución espacial (0.5-5m), deberá de haber un aumento de la oferta en los próximos años, con el lanzamiento de la nueva generación de satélites comerciales, que cuentan con el gran apoyo de los gobiernos americanos y europeos. Los Satélites como el QUICKBIRD-2, el NEXTVIEW (americanos) y el PLEIADES (europeo) ampliarán la oferta de los datos de alta resolución en el mercado.

¿El hecho de que el CBERS sea distribuido gratuitamente auxilia o perjudica al mercado de comercialización de imágenes de satélite de empresas privadas?

Las imágenes gratis del CBERS son generadoras de empleo y de renta. Permiten que las pequeñas y medias empresas ofrezcan servicios de geoinformación más accesibles a sus clientes. Permiten que los órganos públicos sean más eficientes, con datos más actualizados. Todo esto amplifica el mercado de la geoinformación, tanto el de datos como el de servicios. Al ayudar a tornar la geoinformación más accesible a todos, las imágenes del CBERS abren nuevas perspectivas para las empresas del sector.

¿La popularización del GPS y de las imágenes satelitales vía Google y MSN traen ventajas o desventajas para el desarrollo de una cultura de geoinformación en la sociedad? ¿Existen riesgos en esta popularización?

No creo que existan riesgos. Por el contrario, en este caso, más es mejor. Saber donde estamos y que país es éste en el que vivimos trae grandes beneficios. Los sistemas basados en localización ya son un éxito en otros países. Si las futuras generaciones crecen sabiendo que el acceso a la geografía de su país y a su ciudad es algo natural y es un derecho de ellas, su percepción de responsabilidad aumenta mucho. Mi sueño es un escenario en que cada ciudadano interesado pueda conocer, al toque de sus dedos, la situación inmediata, diaria, de su ciudad y de su barrio. Si cada vez que la especulación inmobiliaria ocupase un área ambiental sensible, una parte importante de la población fuese avisada, ¿¡cuántos desastres ya habrían sido evitados!?

¿Cuál es su opinión sobre una inteligente política pública de distribución de datos geográficos por parte del gobierno, en todas las esferas?

Es simple: los datos públicos son públicos y deben estar disponibles sin costo y sin restricciones en la internet. Todos los estudios internacionales muestran que una política abierta de datos públicos crea más empleos y amplifica el derecho del ciudadano. Cuando los datos públicos se disponen de forma abierta, todos ganan: el gobierno, pues su inversión en la colecta de datos tiene máximo retorno cuando es usado por la sociedad de forma amplia; las empresas, que pueden ofrecer más servicios con menor costo; las demás instituciones públicas, que pueden construir bases de datos mejores y más abarcadoras; el ciudadano, que tiene acceso a los datos que le interesan; la sociedad, que precisa de un gobierno eficiente.

¿Qué beneficios actuales y futuros, puede esperar la comunidad Latinoamericana de geoinformación, de los proyectos del INPE?

La intención del INPE es ampliar su política de datos, capacitación y software, para los demás países de América Latina. Hoy en día, tenemos mucho orgullo de contar con la RUSHH (Red de Usuarios SPRING para Hispanoamérica). El próximo paso es la abertura del acceso a las imágenes CBERS recibidas en la estación de Cuiabá a todos los países de América Latina. Esto ocurrió en el primer semestre de 2006. El tercer paso es ampliar nuestras acciones de capacitación en la observación de la Tierra. Para esto, estamos trabajando en un gran programa internacional, con el apoyo de la UNESCO y de la Comunidad Europea.

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