El monitoreo de tráfico desde el espacio con sensores radar ya dejó de ser una ficción científica, empieza a tomar forma en la Tierra. Para que esta tecnología se implante definitivamente es necesario tener un banco de datos de la red de las carreteras de un determinado lugar, o hasta  mundial, para determinar la localización y velocidad de los vehículos.

Con el desarrollo  de los procesadores especiales para el tránsito, en la constelación de los satélites alemanes TerraSAR-X y TanDEM-X, algunas limitaciones para implantar la nueva tecnología se están superando, como por ejemplo el tráfico en campo abierto, las carreteras no mapeadas y la existencia de muchas calles paralelas en algunas regiones.

El procesador de tráfico combina los datos registrados por el TerraSAR-X y el  TanDEM-X en momentos diferentes. Para llegar a un mejor desempeño la distancia entre los dos satélites debe ser de 20 kilómetros.

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