El ministro iraní de la Comunicación, Mohammad Hassan Nami, declaro esta semana que el gobierno pretende desarrollar una versión islámica del Google Earth, proponiendo mapas en tres dimensiones adaptadas al mundo musulmán.

De acuerdo con el reportaje publicado en el periódico The Times, la herramienta, llamada Basir (que significa espectador), traerá datos superpuestos a las imágenes de la Tierra transmitidas vía satélite. En la versión iraní habrá una indicación para la Meca, y los países considerados ‘enemigos’ serán identificados, además de tener otras adaptaciones.

Irán espera de esta manera, luchar contra la hegemonía del Google que, según los iraníes, simboliza la opresión del occidente. Una forma del régimen de darle una connotación política a los mapas en la era de la cartografía digital y de la geolocalización, que con los avances tecnológicos terminaron volviéndose una representación auténtica de la realidad.

Para Fernanda Padovesi, profesora de cartografía de la universidad de San Pablo, los mapas traen por sí solos un poder geopolítico, porque sedimentan “ideas y acciones.” El profesor de historia de la Universidad de Brasilia, Estevão Martins, recuerda que en la era digital, sin embargo, la fotografía de satélites es neutra desde el punto de vista político.