Los cambios climáticos que se observan y los que se pronostican para América del Sur y América Central pondrán en riesgo la seguridad hídrica de estas regiones y tendrán impactos directos sobre el abastecimiento domiciliario e industrial y en sectores fuertemente dependientes del agua, tales como el de generación de energía hidroeléctrica y la agricultura.

Este alerta surge del Informe de Evaluación de Impacto, Adaptación y Vulnerabilidad al Cambio Climático del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), presentado en el pasado día 31 de marzo en Yokohama, Japón, y enseguida después, en día 1º de abril, en la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), con sede en Río de Janeiro.

El capítulo 27 del documento, que aborda las proyecciones de cambios climáticos para Sudamérica y Centroamérica, destaca que la actual vulnerabilidad del abastecimiento de agua en las zonas semiáridas de ambas regiones y en los Andes tropicales aumentará más aún debido a dichas alteraciones del clima. Y el problema podrá verse agravado a causa de la disminución del tamaño de los glaciares andinos, debido a la merma de lluvias y por el aumento de la evapotranspiración en las zonas semiáridas de ambos subcontinentes que pronostica el IPCC.

De confirmarse dichas previsiones, cabe esperar que tengan efectos sobre el abastecimiento de agua de las grandes ciudades y de las pequeñas comunidades de las dos regiones. Asimismo, comprometerán la generación de energía hidroeléctrica y la producción de alimentos, según apunta el informe.

“En resumidas cuentas, los principales impactos del cambio climático que se proyectan para América del Sur y América Central se relacionan con el agua”, dijo Marcos Buckeridge, docente del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (USP) y uno de los autores del capítulo 27 del informe, durante la presentación de la publicación realizada en Río de Janeiro.

“Todos los sectores que dependen en alguna medida del agua podrán verse afectados”, estimó Buckeridge. De acuerdo con el informe, América del Sur y América Central cuentan con una buena disponibilidad de agua, pero los recursos hídricos se distribuyen de manera desigual en ambas regiones.

El principal sector usuario de agua en Centroamérica y Sudamérica es la agricultura. Atrás le sigue el suministro destinado a los 580 millones de habitantes de las dos regiones, excluido el 14% que en la actualidad ni siquiera tiene acceso a dicho recurso, apunta el documento.

También de acuerdo con la publicación, la energía hidroeléctrica constituye la principal fuente de energía renovable en los dos subcontinentes, y corresponde al 60% de sus matrices energéticas, en tanto que en otras regiones dicha contribución es del 20% en promedio.

Como la proyección apunta un aumento de las lluvias en algunas regiones de Brasil, los sistemas de energía hidroeléctrica dependientes fundamentalmente del río Paraná podrán experimentar un ligero aumento en su producción.

Sin embargo, el resto del sistema hidroeléctrico del país –especialmente en el nordeste– podrá afrontar una disminución en la generación de energía, lo que comprometería la confiabilidad de todo el sistema, señala el informe.

“Imagínese si eventos climáticos extremos tales como los períodos de sequía, combinados con altas temperaturas como las registradas a comienzos de este año en el sudeste de Brasil, eventualmente también ocurriesen en la región sur del país. Podrían afectar severamente el funcionamiento de centrales hidroeléctricas como la de Itaipú, por ejemplo”, declaró Buckeridge

Fuente: FAPESP.